lunes, 7 de enero de 2013

Sur de la India


Ver India 2.012 - 2.013 en un mapa más grande
 
 
India es una república compuesta por 28 estados y siete territorios de la unión, con un sistema de democracia parlamentaria. Las reformas económicas de 1991 la han transformado en una de las economías de más rápido crecimiento; sin embargo, todavía sufre de problemas como los altos niveles de pobreza, analfabetismo, pandemias y malnutrición.
Su capital es Nueva Delhi y su ciudad más poblada Bombay que cuenta con unos 20 millones de habitantes. Es el séptimo país más extenso y el segundo más poblado del mundo con 1.200 mill//hab. por detrás de China.
Bien, una vez hecha esta pequeña descripción del país, vamos al viaje que nos ocupa y en el cual ahora estamos inmersos.
Salimos Ana, Olga y yo el sábado día 1 de diciembre de Madrid a primera hora de la mañana, hacemos escala en Munich donde aterrizamos con un campo blanco debido a la nevada que había caído y seguido otro vuelo hasta Bombay. A las 12 de la noche llegamos a esta ciudad, recogemos mochilas, trámites aduaneros y esperamos hasta las 5 de la madrugada para coger un taxi que nos lleve hasta el hotel (New Bengal).
Sobre las 6 estamos instalados y lo primero que hacemos es descansar un buen rato antes de salir a dar los primeros pasos por Bombay.
La primera imagen en el camino del aeropuerto a la ciudad es lamentable, cientos de personas durmiendo por las calles, muchísima suciedad y los edificios prácticamente en ruinas. Pero no prejuzguemos por adelantado y esperemos a que sea de día para ver lo que se cuece en ella.
 
Domingo 2 de diciembre Bombay, después de descansar un buen rato del largo viaje, salimos a la calle y empezamos a patear por sus calles. Estamos alojados en una zona llamada Fort junto a la famosa Estación Chhatrapati (antigua estación Victoria), la de la foto superior. 
El caos es monumental, el ruido ensordecedor y la gente circula a marejadas. Es una ciudad que encierra lugares de encanto, magníficos edificios de la época de dominación inglesa y los suburbios más miserables del mundo.
Visitamos varios lugares de interés como el Taj Mahal Palace, cenamos en el Leopold's Café y a la cama, seguimos bastante cansados y mañana el día promete ser duro.
 
Lunes día 3, hacemos un recorrido turístico por una gran parte de la ciudad, ya que en el precio de la habitación estaba incluído un tour de 8 horas. Salimos a las 9 de la mañana y regresamos nuevamente a las 5 de la tarde. La verdad es que ha estado muy bien y hemos podido ver cantidad de zonas que de otra forma hubiera sido totalmente imposible, entre ellas la Puerta de la India, en el barrio de Colaba. Se trata del monumento más emblemático y símbolo de Bombay. 
Siempre hay una bulliciosa actividad en este lugar; turistas y lugareños, así como viajeros que embarcan ante la misma puerta para visitar otros puntos, como la Isla Elefanta, lugar al que iremos mañana. 
 
Martes día 4, pillamos un barco y vamos a visitar la Isla Elefanta, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata de un laberinto de cuevas-templo excavadas en roca de basalto y su artísitico tallado es uno de los más impresionantes de todo el país.
Existen 7 cuevas de las cuales se pueden visitar 5, especialmente la número 1, que es la de la fotografía. El resto sinceramente no son de mucho interés.
 
Miércoles día 5, seguimos pateando Bombay hasta las 13 h. que nos vamos hacia el hotel para comer un poco y salir hacia el aeropuerto. A las 6 de la tarde volamos a Bangalore y seguido un bus hasta la ciudad que nos deja al lado de la estación de tren. Nos vuelven locos de ventanilla en ventanilla, pero al final conseguimos sacar los billetes para viajar a Anantapur.
Salimos a las 11 de la noche en coche cama y llegamos a Anantapur a las 4,30 de la madrugada. El viaje resultó ser bastante cómodo y agradable (sábanas, almohadas, manta) ¿qué más se puede pedir....? 
Arriba la Puerta de India junto al Taj Mahal Palace.
 
Aquí tenemos a las Picón' sisters en el Taj Mahal Palace
 
Jueves día 6, una vez en la estación y como era tan pronto, hacemos un ratillo dando una vuelta por allí. Sobre las 5 salimos a la calle, nos tomamos un café en uno de los puestos callejeros instalados en la calle y pillamos un rickshaw para ir al Campus de la Fundación Vicente Ferrer.
A la llegada nos atienden en recepción, nos toman los datos y nos dan las llaves de nuestro alojamiento. Dejamos todo y a dormir un rato, estamos bastante cansados del viaje y hasta la hora del desayuno tampoco hay mucho que hacer.
Una vez que ya hemos descansado un poco y después de una buena ducha, vamos a desayunar y seguido a las 9 nos juntamos con uno de los responsables que nos explica lo que vamos a hacer durante nuestra estancia allí.
Seguido y en 2 coches salimos para empezar a visitar proyectos de la Fundación. Por la mañana vemos un taller de confección de saris y por la tarde un Hospital, el Orfanato con niños VIH y el mausoleo-tumba de Vicente Ferrer.
El día ha sido muy intenso, hemos visto varios proyectos y todos ellos impresionantes.
En la foto de arriba, nuestro precioso alojamiento.
 
Viernes día 7, desayunamos y a las 9,30 h. vamos al punto de partida, donde se nos informa de los proyectos a visitar en el día de hoy.
En primer lugar visitamos una instalación de Biogas, y seguido unas plantaciones de Mango con riego por goteo y energía solar.
Regresamos a comer bastante tarde y otra vez salimos para visitar un taller de estampados y la escuela de niñas sordomudas. Sobre las 18,30 h. y con el tiempo un poco ajustado, ya que nos espera Anna Ferrer, regresamos a la Fundación. 
Vamos a la sala de administración y a los pocos minutos entra Anna que nos saluda a todos y con la que mantenemos una larga charla de 1,30 h. aproximadamente. Nos cuenta su vida prácticamente desde que nace hasta el día de hoy, cómo se junta con Vicente Ferrer y cómo sacan adelante este monumental proyecto. Nos dice que actualmente tienen apadrinados unos 134.000 niños, pero que han llegado a tener hasta 189.000. La crisis también les afecta a ellos.
En junio tuve la ocasión de asistir a una conferencia que dió en Logroño y de charlar un poquito con ella. Esta vez ha sido largo y tendido, y la verdad es que cuando hablas con ella te quedas impresionado de lo que han conseguido, de todo el esfuerzo, trabajo y gotas de sudor que este mega-proyecto les ha costado y de lo orgullosa que está de ello. 
 
  Tumba Mausoleo de Vicente Ferrer
 
En la estación de Tren despidiéndonos de gente con la que habíamos compartido unos días
 
Sábado día 8,  desayunamos y como ya es habitual a las 9,30 en el punto de partida. Por la mañana visitamos un taller de prótesis, seguido un centro de niños con parálisis cerebral, lugar que me impresionó muchísimo y que afectó al resto de las visitas que quedaban por hacer y que ya por la tarde no hice. Era demasiado lo que allí pude ver con aquellos niños.
Por la tarde el resto de la gente se fueron a visitar un centro para ciegos y yo me fui paseando hasta la ciudad y de paso tomar un poco de aire. Habían sido tres días muy intensos y necesitaba tomar más humo, más contaminación ¡jajaja!.
Preparo la mochila y a las 00,30 h. autobús para Mysore (6 horas).
 
Domingo día 9, llegamos a Mysore a las 6,30 de la mañana, lo primero es buscar un lugar para poder desayunar un poco y seguido buscar un alojamiento.
Una vez alojados dejamos la mochila y salimos a visitar la ciudad. Lo primero que vemos es el Palacio del Maharajá, una auténtica maravilla y luego caminar y recorrer la ciudad, sus mercados y otros lugares de interés. Por la noche y al ser domingo, el Palacio se ilumina de 19 a 20 h. y volveremos nuevamente a verlo.

Si de día es bonito, de noche impresiona, son 97.000 bombillas encendidas que le dan un aire mágico y grandioso. 
 
Comiendo unas buenísimas granadas, por lo menos Olga y Cristina
 
Lunes día 10, a primera hora pillamos un rickshaw y nos vamos a visitar el Monte Chamundi, donde se yergue el Templo de Sri Chamundeswari.
Casualmente hoy es el día anual de peregrinación a este lugar y está todo lleno de gente y colorido.
Esta gente de la foto hace cola para entrar al templo y hacer sus oraciones.
Una vez que ya hemos comido en un sitio típico hindú nos vamos a visitar el palacio del Maharajá por dentro ya que ayer no pudimos hacerlo.
Si por fuera llama la atención por su grandiosidad,  el interior es una maravilla de la arquitectura mongola. Esta noche a las 23 h. volveremos a viajar, esta vez nos vamos para Kochi, tenemos 11 h. por delante, espero poder dormir un poquito.
 
Martes día 11, justo dentro de un mes estaré regresando a España y volveré a comer sin picante. Aquí siempre te dicen "no spicy, no spicy", pero siempre es "sí spicy, sí spicy". Todo pica a rabiar y nuestros estómagos lo empiezan a notar.
Salimos una vez más con 1 hora de retraso, así que llegamos a Kochi a las 11,15 del mediodía. Pillamos un rickshaw que nos lleva a Fort Kochi y nos alojamos en un hotel barato que se encuentra muy bien situado y cerca de la playa.
Nos damos una ducha y salimos para el paseo que hay junto al mar y que nos han dicho que venden el pescado recién cogido y luego te lo cocinan. Así que dicho y hecho, compramos unos enormes langostinos y una buena cantidad de calamares. Seguido vamos a  un Rte. donde nos lo iban a preparar y junto con unas patatas fritas nos damos un buen homenaje. Lo único que ha fallado es que no ha sido posible beber ni vino ni cerveza ya que está prohibido en estos lugares.
Luego damos un paseo de reconocimento por la ciudad y pronto a la cama; estamos bastante cansados de viajar toda la noche.
En la foto superior, redes de pesca chinas. 
 
 Esto es sólo el entrante, menuda papeada nos dimos ¿o no, chicas?
 
Miércoles día 12, madrugamos y desayunos pronto ya que a las 8 nos recogen para ir a ver los backwaters y esto durará hasta las 5 de la tarde.
Nos llevan como a una hora de  coche hasta el punto donde embarcamos para hacer los backwaters. Estamos navegando como unas 2,30 horas y hacemos un par de paradas para ver alguna cosilla. Sobre las 13 h. paramos a comer, descansamos un ratillo y la vuelta la  hacemos en canoa.
Personalmente me ha gustado muy poco, un tanto aburrido. El lugar es muy bonito, pero nadie te explica nada y tampoco se ve mucha fauna.
La tarde la pasamos dando una vuelta por el pueblo y haciendo alguna comprilla.
Mañana a primera hora salimos para Varkala, un par de días de playa seguro que vienen bien para descansar de tanto ajetreo.
 
Jueves día 13, a las 8 de la mañana nos montamos en el bus hasta Kollambalam donde llegamos a eso de las 12,30, seguido tomamos un café y pillamos otro autobús que nos lleva hasta Varkala. A eso de las 13,30 ya estamos instalados, dejamos las cosas y bajamos a dar un paseíto hasta la playa, seguido a comer. La tarde la dedicamos a recorrer la playa y luego a tomar  una cerveza, por fin encontramos un sitio donde poder tomar una. 
Esta ciudad está encaramada sobre un acantilado y es digno de contemplar, lo peor la cantidad de turismo que hay, no da la sensación de estar en India.
 
 Anda, que no están contentas ni nada 
 
Viernes día 14,  relax, playa, paseo, relax, playa, paseo. Por fin hay un día que descansamos y lo dedicamos a no hacer nada.
En la foto precioso atardecer desde lo alto de un acantilado sobre el Mar Arábigo, digno de ver.
 
 
Sábado día 15, estamos hasta las 11 en la playa, luego hacemos el check-out y cogemos un bus hasta Varkala. Una vez allí, tren hasta Hollam (40 mtos) y otro  bus hasta Alappuzha (2 h.).
Si tienes baja la tensión, necesitas emociones fuertes o un subidón de adrenalina, súbete a un local-bus y empezarás a valorar cada minuto de tu vida.
Nos alojamos y seguido salimos a dar un paseo y a cenar. El único interés de esta ciudad está en los backwaters, éstos los haremos mañana y espero sean mejores que los de Kochi.
En la foto tren en el que he viajado de Varkala a Hollam.
 
 
Domingo día 16, volvemos a madrugar, a las 8 nos recogen para ir hasta las barcas que hacen los backwaters.
Esto no tiene nada que ver con los que hicimos el otro día. El lugar es muy bonito y el paseo relajante a más no poder.
A las 12 terminamos, recogemos las mochilas y vamos a la estación para coger un autobús que nos lleve hasta Kottayam (1,30 h.) y seguido otro que nos trae hasta Kumily, punto de entrada a Periyar N.P.
Foto de arriba los backwaters de Alappuzha.
 
Lunes día 17, al final no visitamos el parque, las opciones que nos ofrecen no nos satisfacen y decidimos no entrar. Así que a las 13,15 h. cogemos autobús que nos lleva hasta Madurai.
El viaje transcurre entre montañas con unos cortados que asustan. La carretera es curva tras curva y para más INRI, llena de monos.
Finalmente llegamos a un valle donde el terreno es muy fértil y las plantaciones de plátano, vid, maíz, arroz, etc. cubren todos los campos.
A pocos kms. de Madurai, un autobús acaba de volcar lleno de pasajeros, está todo lleno de gente, ambulancias, bomberos, la cosa no pinta nada bien.
Lo extraño es no ver más accidentes, como ya he comentado anteriormente, la conducción en este país es de suicidas.
A las 5 de la tarde llegamos a Madurai y directamente nos dirijimos a un hotel que un chico suizo nos ha dicho en Kumily.
Nos alojamos y salimos a cenar y dar un paseo para estirar las piernas. 
 
Martes día 18, nuestra primera visita es el Templo de Sri Meenakshi. Más que un templo, es un complejo de 6 Ha envuelto por 12 gopurams; la más alta de 52 mts.
Seguido nos dirijimos a ver el Palacio de Tirumalai Kayak, por desgracia se encuentra medio derruido, aunque la estructura que queda es impresionante.
Y para terminar la mañana vamos a ver el Museo Conmemorativo de Gandhi. Aquí se encuentra el dhoti (un largo taparrabos) manchado de sangre que llevaba Gandhi cuando lo asesinaron en Delhi en 1948.
Se encuentra aquí porque fue en Madurai donde se lo puso por primera vez como signo de orgullo nacional.
La tarde la dedicamos a seguir paseando por esta ruidosa y loca ciudad.
 
Miércoles día 19, damos una vuelta por la ciudad hasta las 12 del mediodía que cogemos el bus para ir a Trichy. Olga vuela a Bombay para buscar a Moya que llega de España.
Para las 16,30 h. ya estamos en la ciudad, nos cuesta un buen rato encontrar alojamiento, se está celebrando durante 21 días la Vaikunta Ekadasi (Fiesta del Paraiso) y está todo full.
Finalmente nos alojamos, damos un paseo, cenamos y prontito a la cama.
 
Jueves día 20, desayunamos y directamente vamos a ver el Templo del Fuerte de la Roca, encaramado a 83 m. sobre el saliente de una roca.
Seguido visitamos el Templo de Sri Ranganathaswamy, probablemente el más grande de toda la India. Más que un templo, es un conjunto de templos, el más alto de 73 m.
Y por último vemos el Templo de Sri Jambukeshwara, que sinceramente y habiendo visto el anterior no vale la pena su visita.
 
Se incorpora José Moya y con menudo material, me daban ganas de llorar con lo que nos trajo

Y ahora a celebrarlo con unas cervezas
 
Viernes día 21, día del fin del mundo según los mayas, pero al menos por estos lares seguimos vivos. Olga y Moya ya han llegado y se unen con nosotros. Una vez tomado un cafetito con un bollo, vamos caminando hasta el Fuerte de la Roca y con un sol de justicia. Regresamos a las 12,30 para recoger las cosas y luego comer un poco antes de salir para Thanjavur.
A las 4 de la tarde de nuevo un bus y en un par de horas estamos  nuevamente en tierra. Buscamos hotel, dejamos mochilas y salimos a dar un paseo y cenar.
En la foto superior el Templo Sri Ranganathaswamy, hasta el momento  el templo que más me ha gustado.
Hay una cosa clara y es que los templos más grandes o más pequeños son todos iguales, con colores muy chillones y con formas muy llamativas que representan a las distintas deidades. La verdad es que empiezan a cansarme un poco.  Las fotos y postales que vemos son muy bonitas, pero cuando lo ves online cambia totalmente, está bastante mal cuidado.
 
Sábado día 22, a primera hora y con el sol de mañana visitamos el Templo y Fuerte de Brihadishwara, máximo exponente de la dinastía Chola. De todos los templos que he visto hasta este momento, es el que más me ha gustado.
Seguido vamos a visitar el Palacio Real de Thanjavur, actualmente se encuentra en "restauración" y totalmente deteriorado.
Hacia el mediodía volvemos a coger un autobús hasta Kumbakonan (2 h) y otro hasta Puducherry (4 h.). Llegamos pasadas las 7 de la tarde y nos cuesta muchísimo encontrar alojamiento, todo está lleno y donde hay sitio es muy caro.

Domingo día 23, damos un paseo por la costa; esta ciudad está bañada por el Golfo de Bengala pero no dispone de playa. El paseo junto al mar es de enormes rocas que utilizan como rompeolas, pero es agradable pasear por él.
El resto del día lo pasamos prácticamente en el hotel, está genial, disponemos de internet y sobre todo no hay ruido, ni pitidos, ni chillidos. Y lo mejor es que me puedo tomar una cervecita en la magnífica terraza que tiene.
Llevo varios días pensando en regresar a España, estoy saturado de India, del ruído, de los coches y motos pitando sin cesar, de la suciedad y de lo poco que ellos se preocupan por mantener algo de higiene y limpieza a su alrededor. Y esto no es cuestión ni de pobreza ni de miseria, creo que ambas cosas son más que compatibles, conozco otros países con una situación bastante peor que ésta y sin embargo intentan mantener su entorno más o menos limpio.
Así que finalmente decido regresar a España, pasado mañana cuando llegue a Chennay, será mi último destino en este país. Iré a la compañía aérea e intentaré cambiar mi vuelo para regresar en el primer avión que tenga plaza y si puedo hacerlo desde el propio Chennay sin tener que ir a Bombay, mejor.

Lunes día 24, Nochebuena, lo primero que hacemos es ir a una antigua fábrica de papel y en la que todo lo que hacen es de forma manual y artesanal. Me ha encantado, he comprado varios detalles para regalar y unas preciosas postales.
Seguido paseamos un buen rato por el market (más de lo mismo), y para comer me papeo unas berenjenas con tomate que estaban muy, muy ricas.
La tarde la dedicamos a ver alguna cosa más de esta ciudad y a hacer alguna comprilla de última hora.
Cenamos en el hotel unas gambas, jamón y un botella de vino que ha traído Moya de España y que nos sabe a teta.
Finalmente ya tengo billete de regreso a casa, será en 3 días, el jueves día 27 a las 9,40 y vía Dubai, volaré con Emirates para Madrid. 

Martes día 25, Navidad y el cumple de mi querida madre, luego intentaré poder hablar con ella un ratillo para felicitarla. Nos vamos Ana y yo a primera hora a desayunar a una bakery donde nos tomamos un café con leche, un croissant y un donuts que nos saben a t....... . Luego me acerco hasta una tienda que hay junto al paseo marítimo a comprar un elefante de piedra que no pude comprar ayer porque no llevaba rupias, y de regreso al hotel.
Sobre las 13,45 h. subimos al autobús que nos trae hasta Chennay y a la que llegamos en unas 3 horas.
Como siempre el conductor venía a toda pastilla y fundiendo el claxon, menos mal que ésta ha sido la última vez que me subo en uno. Este bus además iba aligerado de peso ya que no disponía de puertas ni delantera, ni trasera, que es justo donde iba sentado, eso sí, calor no he pasado nada de nada.
Como la estación está bastante alejada del centro, tenemos que coger otro bus que nos acerca hasta la zona de Triplicane y que se encuentra justo al lado de la gigantesca playa de esta ciudad, que por cierto cuando pasamos por ella veo a miles de personas pasando la tarde.
Cenamos en un garito de la playa unos noodles con carne y vegetales que quitan el hipo de buenos, eso sí, picantes para no variar y por el módico precio de 30 cts. de euro.

Miércoles día 26, mi última jornada en India antes de salir para Madrid. Por la mañana vamos en primer lugar a ver el Fort George Town, sin comentarios sobre el citado lugar.
Seguido vamos al Templo Ramakrishna Mutt (foto superior), creo que es lo único que ha valido la pena de todo lo que he visto en esta ciudad.
Después comemos un poco de arroz con vegetales (para no variar) y me voy a dar una vuelta por el paseo que hay junto a la enorme playa que baña esta ciudad (13 km de larga).
Comentar que jamás he visto una playa con tanta m...... en mi vida, está como para ponerte a tomar el sol o darte un paseo por la orilla.
Finalmente decido volver al hotel y dejar de andar más por esta ruidosa, contaminada y pestilente ciudad.

Jueves día 27, ayer Ana y yo habíamos quedado con el tipo de un rickshaw para que nos recogiera a las 6,30 am. pero se ha debido de dormir porque no ha aparecido, así que pillamos otro de los muchos que hay por la calle a esas horas y al mismo precio (300 rupias por los 16 kms. que nos separan del aeropuerto).
Para las 7,15 h. estoy en la terminal, facturo, paso trámites aduaneros y a esperar hasta las 9,40 h. que sale mi vuelo para Dubai. Mientras tanto tomo un par de cafés y embarco.
Vuelo por primera vez con Emirates y la verdad es que genial, nos dan un buen desayuno y en 4 horas estoy en Dubai.
La escala es corta, sólo 1,30 h. así que compro unos bombones para la familia y vuelvo a embarcar sin más.
Casualmente tanto el capitán como el segundo son españoles y la azafata que atiende mi zona es de Tenerife. 
Nos dan una comida, veo 3 películas, meriendo nuevamente y a las 19 h. estoy aterrizando en Barajas, recojo mi mochila y para casa.
Montse me espera con una bandeja de jamón, queso y cinta de lomo que cuando la veo se me caen las lágrimas. 

Después de un mes recorriendo una parte de la India, creo que ahora sí que estoy en disposición de poder dar mi opinión sobre este país (al menos de la parte que conozco).
Decir que me ha resultado sorprendente la amabilidad y humildad de sus gentes y ante todo, que he sido tratado (en lo que a precios se refiere) como un indio más.
Por otro lado, he visto un país sin control, sin normas, sucio hasta decir basta, donde las ratas (como conejos) campean a su aire y totalmente destartalado.
Sobre el tráfico, no sé ni que decir, esto es la ley del oeste, la ley del más fuerte. En teoría y digo en teoría porque la realidad es bien distinta, se conduce por la izquierda; en la práctica se conduce por la izquierda, por la derecha, por el centro, se puede adelantar por donde quieras y por donde encuentres un hueco por el que pasar y en autovía (entendiendo por autovía 2 carriles en cada sentido) van en dirección contraria como Pedro por su casa.
El montar en un autobús, es no saber si llegarás vivo al destino, son suicidas de la carretera, van a todo lo que da el acelerador y pitando continuamente sin cesar. Los adelantamientos llegan a ser hasta de 4 vehículos a la vez en una carretera de un carril en cada dirección.
Y qué decir sobre ir de peatón, si en un autobús vas con algo que yo me sé en la garganta, andar es tener suerte de no ser atropellado en cualquier momento. De hecho y creo que lo he comentado anteriormente, el mayor riesgo que existe en este país para un turista, es morir atropellado.
En fin, que como se puede ver, mi valoración no es muy positiva que se diga, pero que quede claro, que es única y exclusivamente mi percepción.
Pienso que India está demasiado idealizada y sobrevalorada.

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