miércoles, 10 de junio de 2015

Fuerteventura

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En 35 minutos estamos en Corralejo, volvemos a alquilar un coche y salimos en busca de alojamiento. Lo hacemos en los Apartamentos Hesperia Bristol Playa (40 €) y que al menos a día de hoy no recomiendo para nada, son muy viejos y el mobiliario está destrozado y desfasado.
Actualmente un buena parte de ellos está sufriendo una importante reforma por lo que entiendo que en un breve plazo de tiempo las cosas serán totalmente distintas.
Dejamos todo y nos vamos a visitar el Parque Natural de Corralejo, la zona de las grandes playas y dunas y que además se encuentra muy cerquita.
A pesar de que el tiempo amenaza lluvia, el lugar es espectacular.
Regresamos a Corralejo para dar una vuelta, un lugar horrible y de turismo barato que  nada tiene que ver con Lanzarote donde está perfectamente cuidado y donde  el tipo de turismo es mucho más exquisito.

Sábado día 6, parece que hoy y después de 5 días el día va a estar mejor. Recogemos todo, dejamos el cutre apartamento y nos vamos hacia la zona de El Castillo en el centro de la isla donde tenemos pensado alojarnos ya que nos será mucho más fácil movermos.
Volvemos nuevamente a las dunas para verlas con sol que cambia mucho. Esta zona protegida, tiene 9 kms de costa y una gran variedad de playas de arena blanca  muy fina y de aguas turquesas.

Definitivamente abandonamos Corralejo y nos vamos hacia EL Cotillo y el Faro del Tostón situado en Punta Ballena 5 kilómetros al norte del pueblo y donde aprovechamos para tumbarnos un ratito y darnos un bañito.

De camino hacia el sur, parada en Tindaya, lugar mágico y religioso para los antiguos Majoreros que creían que allí vivía el diablo.
Del monumental proyecto que Eduardo Chillida tenía programado para esta montaña y valorado en 75 millones de euros, ya se han gastado 25 y no se ha movido una sola piedra.¿Qué raro que en este país hayan desaparecido así como así 25 milloncejos de nada...?
El proyecto consistía en horadar en el corazón de la montaña una cavidad cúbica de 50 metros de lado excavada a pico.

Molino en el Valle de Santa Inés, denominado en la isla molino macho. Tienen una planta circular, dos o tres alturas y cuatro o seis aspas, son copia de los molinos de Castilla.

Estratégicamente situado en la Montaña Tegú de 669 metros de altitud se encuentra el Mirador Morro Velosa diseñado por el lanzaroteño Cesar Manrique y desde donde se obtiene una inmejorable visión del norte y centro de la isla.
Ni un sólo árbol en lo que alcanza la vista, un lugar totalmente inhóspito donde no entiendo como puede vivir la gente.

Parada obligada en Betancuria la ciudad más antigua de Fuerteventura, no tiene infraestructuras turísticas, ni playas, pero es la localidad de mayor interés histórico artístico de la isla.

El Mirador Risco de las Peñas se encuentra en el límite de los municipios de Betancuria y Pájara, una de las carreteras más interesantes de la isla. Desde aquí las vistas son excepcionales.

Ermita de Nuestra Señora de Regla en Pájara.

En el pequeño pueblo de Ajuy se encuentran las cuevas del mismo nombre formadas por las rocas más antiguas de todo Canarias, hace más de 70 millones de años.

El Sr. Francisco escuchando la radio y relajándose mirando la playa de su pueblo, Ajuy, donde suele venir todas las tardes.
Sobre las 6 de la tarde llegamos a El Castillo, nos alojamos en el Broncemar Beach Aparthotel (45 €), compramos la cena y a ver la final de la Champions: Juventus-Barcelona. Resultado final 1-3, el Barca gana la 5ª.

Domingo día 7, nuevamente volvemos al tiempo nublado pero no importa, nosotros seguimos con nuestra ruta. Paramos a ver las Salinas del Carmen que se encuentran a escasos 2 kilómetros de casa y cuyo origen se remonta al año 1800.

Pasamos Costa Calma y llegamos a las playas de la península de Jandía. La de Sotavento es la playa-lago de Fuerteventura  con casi 10 kilómetros de longitud y entre 100 y 400 metros de anchura. Aguas cristalinas y tranquilas, un lugar ideal para la práctica Windsurf y Kitesurf aunque a más de uno tengan que ir a rescatarlo en moto antes de llegar a Liberia.

Llegamos a Butihondo y a esta bonita playa donde aprovechamos para darnos un baño pese a que el sol no acompañe y de paso comer un poco.

Entramos en Morro Jable por un bonito paseo de palmeras y a nuestra izquierda la playa Del Matorral con sus 12 kilómetros de longitud y 300 metros de anchura.
Desde el mirador que se encuentra junto a la iglesia podemos ver esta imagen de esta localidad que quizá sea la más turística de la isla.
Visitamos el puerto, tomamos una cerveza y regresamos para casa.

Hacemos una parada en La Pared para visitar su playa rodeada por altos acantilados y riscos. Se caracteriza por su fuerte oleaje y su arena gruesa dorada.

Lunes 8, el día sale muy soleado, veremos a ver cuanto dura. Ponemos nuevamente rumbo a Morro Jable para luego continuar hasta Cofete y el Faro de Jandía.
El primer stop lo hacemos en el Faro de La Entallada, edificio muy peculiar construido en 1953 y único en todo Canarias. Se encuentra en la cima de un acantilado de 200 metros de altura y es el punto geográfico de Canarias más cercano a África (unos 100 kilómetros).
De bajada paramos en el pueblo de Las Playitas bañado por una bonita playa de arena negra y lugar ideal para quedarse alojado.

Volvemos a pasar por La Pared y vemos nuevamente la playa, esta vez con mucha luz y con muchos surfistas que van a buscar esa que ellos llaman Ola perfecta.

Pasamos Morro Jable y seguimos los indicadores de Cofete y Punta de Jandía. Entramos en una pista que se encuentra en buenas condiciones y tomamos el primer cruce a mano derecha que nos lleva hasta el Mirador de Cofete, lugar en el que las vistas sobre la playa son alucinantes.

La de Cofete es la playa soñada: arena dorada, un paisaje único y sin apenas gente, por no decir sin gente. No es una playa de fácil acceso, pero sí un lugar virgen rodeado de montañas, un lugar que impresiona tanto por sus dimensiones, como por la naturaleza salvaje que la rodea.
Además de su increíble playa de más de 12 kilómetros, podemos disfrutar también del Macizo Montañoso de Jandía (con las montañas más altas de Fuerteventura) que dan protección a toda la playa.

Retrocedemos lo andado y volvemos a coger la pista que nos lleva hasta el Faro Punta de Jandía situado en el extremo más meridional de la isla. El paisaje es seco y árido hasta decir basta, pero te engancha y te atrae a la vez. En 1987 fue declarado Parque Natural.

Las aguas turquesa que bañan a zona te dejan perplejo, son una gozada. De vuelta a casa paramos nuevamente en Butihondo para darnos un baño y para casa sin más.
Compramos unas papas en el super y un bote de mojo y a preparar la cenita que nos va a saber a teta.

Martes 9, nuestras últimas horas en Fuerteventura, en pocas horas regresamos de nuevo a casa. Un paseo por El Castillo que por cierto todavía no lo habíamos hecho y a preparar las maletas.

Todo listo, última foto en nuestro bonito apartamento y para el aeropuerto que esto se ha terminado.

Han sido 9 bonitos días repartidos entre las dos islas y aunque el tiempo no se haya portado como en principio pensábamos que podía ser, la verdad es que nos lo hemos pasado genial. Hemos visto las islas de cabo a rabo, recorrido todas sus carreteras y comido y bebido estupendamente bien, ¿qué más se puede pedir?
Al año que viene a por otras dos islas y así hasta que conozca las siete, con la buena guía que llevo que se las conoce todas no habrá ningún problema.


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