lunes, 13 de febrero de 2017

Río de Janeiro

Lunes 6 de febrero de 2017, vuelvo nuevamente a Río de Janeiro donde pasaremos 3 intensos días  de caminar y no parar, pero seguro que vale la pena. Es una ciudad que me gusta y que pienso tiene muchas cosas interesantes que ver.

A las 12 am despegamos desde Barajas con dirección a Río, cruzamos por encima de la Sierra de Gredos que se encuentra con una bonita manta de nieve y en poco más de 10 horas estamos tomando tierra en Brasil.
Allí son las 7 de la tarde, pero entre pasar aduanas, transporte al hotel y demás, para cuando nos alojamos son ya casi las 9 de la noche. Así que un poco de picoteo, una cerveza y a dormir y descansar que mañana tenemos que hacer muchas cosas, o al menos esas son las intenciones.

Martes día 7, son las 8 de la mañana, hemos dormido genial y nos levantamos con hambre y a su vez ganas de comernos Río. La previsión del tiempo era de lluvias pero mira que día ha salido, despejado, caluroso y precioso para caminar y disfrutar de esta ciudad.
Un buen desayuno, en esta bonita terraza y con estas preciosas vistas sobre la famosa playa de Copacabana, que más se puede pedir??

Con el estómago ya lleno y bien descansados, salimos a la calle trasera del hotel, la Avda Nossa Sra. de Copacabana donde cogemos el Onibus 583 (3,80 Reales) que nos dejará en  Cosme Velho, última parada de esta línea. Allí mismo se encuentra la estación del Tren de Corcovado que en unos 20 minutos te subirá hasta la cima donde se encuentra el Cristo Redentor o Cristo de Corcovado. En la misma estación puedes sacar tu ticket, previo pago de 74 Reales I/V.

El Cristo Redentor tiene una altura de 30 metros y se encuentra enclavado a 710 msnm. Ni que decir tiene que las vistas desde este punto son magníficas y eso que el día empezó a nublarse y amenazaba lluvia por lo que las fotos no son las mejores con este cielo totalmente encapotado.
Estamos algo más de una hora disfrutando la vista y el paisaje que se nos ofrece desde las alturas y regresamos nuevamente en bus hacia el hotel ya que se ha puesto a llover y nos ha roto un poco los planes que teníamos de ir a visitar una parte del centro de la ciudad.

La nube se ha pasado, la lluvia también y vuelve a pegar fuerte el sol. Nos compramos un bocata, lo comemos en el hotel y nos bajamos a la piscina a darnos un chapuzón.

Paseo por Copacabana, cena en el Quick Galetos (el mejor de todo Río) situado en la calle Duvivier, un Galeto para cada uno, una buena ensalada de tomate, palmitos y aguacate y para regar una buena cerveza Bohemia.
Regresamos dando un paseo y a descansar ya.

Miércoles día 8, desayunamos pronto y nos dirigimos a la estación de metro de General Osorio que la tenemos detrás del hotel, sacamos ticket (4,10 Reales por trayecto) y nos bajamos en Carioca ya en el centro histórico de Río.

Empezamos nuestra ruta pasando en primer lugar por el Palacio Imperial, Iglesia de Venerável y un poco más adelante se encuentra Nuestra Señora de Candelaria.

Seguimos caminando y admirando muchas de estas antiguas casonas, muchas de ellas se encuentran actualmente en estado de recuperación, aunque también es cierto que hay muchas en estado de ruina y abandono, una auténtica pena.

Bordeamos un edificio de la marina y llegamos a Nuestra Señora de Montserrate donde se encuentra el Monasterio de Sao Bento, uno de los principales monumentos coloniales que todavía existen en la ciudad.
Por fuera la construcción es muy austera, pero cuando entras en la iglesia te quedas sin aliento, no te imaginas lo que allí te vas a encontrar.
La Abadía es completamente barroca y rococó, el diseño de las maderas talladas es realmente sorprendente por su fina elaboración y nivel de detalles y constituye una de las mayores muestras de este tipo de arte en todo Brasil.

En el momento de nuestra visita, había una veintena de monjes rezando y media docena de monjas respondiendo a sus oraciones. Uno de sus principales atractivos son sus misas con cantos gregorianos que se celebran los domingos a las 10 de la mañana en la Misa Mayor.

Abandonamos Sao Bento y seguimos hasta llegar a la Plaza Maua donde se encuentra el Boulevard Olímpico y este simpático letrero.

Nuestra siguiente parada antes de comer la hacemos en la famosa Confitería Colombo. Fundada en 1894 por inmigrantes portugueses, fue recientemente elegida como uno de los 10 más bellos cafés del mundo.
Hacemos un pequeño descanso para comer una buena empanada de pollo justo en el bar de enfrente y continuamos con la marcha.

Nos detenemos un ratillo para ver detenidamente el Teatro Municipal de Río, el mayor teatro del país y uno de los más importantes de Lationamérica.

Sobre las 3 de la tarde y con el sol apretando fuerte encima de nuestras cabezas, llegamos al Acueducto da Carioca,  más conocido como los Arcos de Lapa.
El acueducto está compuesto por 42 arcos a lo largo de 270 metros de largo.

Uno de los mayores atractivos de la zona es su tren turístico el Bondinho de Santa Teresa, un tranvía de color amarillo principal medio de acceso al barrio de Santa Teresa.

Muy cerca de los Arcos de Lapa se encuentra la colorida Escalera de Selaron, convertida en un símbolo de la creatividad y bohemia en un barrio lleno de color.

Su creador fue el chileno Jorge Selaron, y el resultado de este curioso trabajo son 215 peldaños cubiertos por más de 2000 azulejos diferentes provenientes de más de 60 países.

Y ya antes de regresar de nuevo hacia el hotel nos damos una vuelta por el barrio de Lapa, espíritu cultural de Río.

Nos damos un baño, ducha y salimos nuevamente a cenar al Galeto de anoche, se cena genial e invita a repetir un día más.
De camino observamos la playa llena de gente practicando todo tipo de deportes, unos corren, otros montan en bici, muchos haciendo gimnasia con profesores en la playa, los hay que practican fútbol playa y otros muchos jugando al voleibol pero sin utilizar los brazos y manos, un deporte curioso de ver  para el que se necesita tener una gran forma física y mucha habilidad.
Y por hoy damos el día por terminado, ahora a descansar que nos lo merecemos después de la paliza que nos hemos dado.

Jueves día 9, nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, bajamos a desayunar y empezamos a pensar en que hacer durante el día de hoy.
Surge la idea de ir a visitar la Favela de Vidigal, hay quien dice que no quiere meterse en líos y otros que nos dicen que se puede ir sin el más mínimo problema. Aún así no lo tenemos claro, son las 10,30 y seguimos apalancados en el hotel.
Al final salimos a pasear por la Playa de Ipanema y luego ya veremos que pasa.

Pasamos Ipanema, seguido Leblón y nos presentamos sin quererlo en la entrada de la Favela de Vidigal (lo que se ve al fondo de la imagen). Casualmente llega en bicicleta Leo y empezamos a comentar si subir o no.

Pues la respuesta ha sido que SI, que nos vamos "parriba". Leo aparca su bicicleta y nos pillamos tres mototaxis (5 Reales cada uno) que nos suben como locos hasta el campo de fútbol. El resto lo tendremos que hacer a pie, no hay ninguna otra opción.

Cruzamos el campo de fútbol y empezamos a subir por una empinada cuesta que nos llevará hasta el Morro dois Irmaos. Desde las alturas vemos a nuestros pies la favela más grande de todo Latinoamérica, la favela Rocinha.

Hemos caminado unos 45 minutos para llegar al Morro dois Irmaos, estamos a 533 msnm y a este punto le llaman Bico da Pedra. El día está precioso y lo que desde aquí se divisa te deja sin palabras, sin lugar a dudas las mejores vistas de Río que podrás encontrar.

Si miramos hacia atrás, vemos Sao Conrado con su bonita playa y al fondo vemos Pedra da Gávea un monolito de 842 msnm.
Estamos un buen rato por estas alturas y a eso de las 13,30 emprendemos la bajada.

En unos 30 minutos estamos ya en las primeras casas de Vidigal, y a pocos metros más tomando unas cervezas heladas en uno de los lugares con mejores vistas sobre Ipanema, el Bar da Laje.

Cruzamos a pata por la mitad de la favela hasta llegar nuevamente donde estaba la bici aparcada. Leo sale para el hotel y nosotros caminamos hasta la playa para darnos un baño.

Aparte de necesitar un baño, que lo necesitábamos, era de vital importancia quitarnos toda esta cantidad de m.......a que llevábamos encima. Estamos en la playa de Vidigal.

Ahora sí, al agua patos. Corre,corre,corre que te va pillar el toroooo.

Y para terminar esta mañana quiero hacerlo con el vídeo que grabe a este tipo practicando Slackline, un deporte de equilibrio sobre una cinta plana de nylon o poliester amarrada generalmente entre dos árboles. El tipo era A C O J O N A N T  E

Nos despedimos de la playa y de Río con estas dos simpáticas cariocas. Ahora al hotel, comer un poco, un último paseo por Copacabana y a las 18,20 nos recogen para ir al aeropuerto.
A las 21 horas despegamos con dirección Madrid donde llegamos al día siguiente a las 9 de la mañana.
Sin lugar a dudas el evento más famoso de Río son sus Carnavales, esta vez nos han faltado 10 días, así que habrá que hacer un esfuerzo para coincidir en otra ocasión.
Ciaooo Río.



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