Medellín

Domingo 14 de mayo, comemos pronto y salimos hacia Barajas ya que nuestro vuelo a Medellín sale a las 16,20. Nos vamos a pasar 4 días a esta bonita ciudad capital del departamento de Antioquía y segunda ciudad del país colombiano con una población de unos 2,5 mill.
Tomamos tierra a las 20 horas, recogemos equipaje y seguido 45 minutos aproximadamente de coche hasta nuestro hotel, una birra y a dormir para empezar mañana el día con fuerza.
Lo cierto es que las previsiones meteorológicas no son nada halagüeñas, lluvia, lluvia y más lluvia. Pero vamos a dormir y ya veremos que pasa.

Lunes 15, amanece lloviendo y lo ha hecho durante buena parte de la noche, pero tengamos fe que esto seguro que va a cambiar. Nos damos un buen banquete desayunando y a eso de las 10 horas (ya no llueve) cogemos un taxi que nos acerca hasta la estación de metro de Exposiciones. Una vez en este punto nos vamos caminando hasta la Plaza Botero donde podemos ver 23 esculturas en bronce distribuidas a lo largo del parque donadas por su autor Fernando Botero.

En esta imagen podemos ver algunas de las famosas obras del autor antioqueño Fernando Botero.

Dejamos la plaza atrás y continuamos caminando hacia el metro de San Antonio. De camino entramos en el Centro Comercial Palacio Nacional. Destaca por la gran cantidad de arcos de medio punto y sus columnas cilíndricas, su diseñador Goovaerts lo definió como un "románico modernizado".

Llegamos a la estación de San Antonio y cogemos el tranvía hasta Oriente, allí mismo enlazas con el Metro Cable que te subirá hasta Villa Sierra en la Comuna 8. Su precio es de 2300 y la conexión está incluida en el mismo.

Las condiciones de vida en estos lugares creo que no es necesario ni explicarlas, ahora bien, este sistema de transporte les ha dado media vida a esta gente y un ahorro de dinero y tiempo en el transporte.
Aquí les llaman Comunas, en Brasil serían Fabelas. En ellas viven miles y miles de personas hacinadas en chabolas de uralita y chapa y con unas condiciones bastante lamentables. En cuanto a la seguridad de andar por ellas, digamos que durante el día y siempre tomando las precauciones básicas no hay problema, la noche ya es otro cantar.

A lo largo del trayecto comprendido entre las estaciones de San Antonio y Oriente podemos deleitarnos con multitud de bonitos murales, es como una galería de arte pero a cielo abierto.

Regresamos hasta San Antonio y metro de nuevo hasta la parada de Industriales, éste es el punto más cercano para subir hasta el Cerro Nutibara y ver el Pueblito Paisa, réplica de un típico pueblo antioqueño con iglesia y alcaldía incluida.
Como se puede ver en este oscuro cielo, la lluvia la tenemos encima, así que cogemos un taxi y nos vamos ya hacia el hotel. Nos hemos librado por los pelos ya que la tormenta que ha caído ha sido de órdago.
Cenamos en el Restaurante Hato Viejo, un bonito lugar pero al que mi calificación siendo generoso no llega al aprobado.

Martes 16, a las 8,30 arrancamos con dirección a Guatapé, hacemos una parada en el mirador que se encuentra en la subida de Las Palmas desde donde las vistas sobre la ciudad son fantásticas y continuamos viaje.

Nueva parada en el Alto del Chocho ¡jajaja! para comernos un pandequesos (típico del lugar) al que nos invitó Ernesto, nuestro chófer y guía durante todo el día.

Poco antes de las 11 de la mañana estamos en el Peñón de Guatapé o Piedra del Peñol, un monolito de 220 metros de altura al que es posible acceder hasta su cumbre subiendo sus 740 escalones.

Una vez arriba del todo puedes confirmar que el esfuerzo a valido la pena ya que desde este lugar tendrás una visión 360º a lo largo y ancho del embalse de Guatapé.

Embalse de Guatapé desde lo alto del Peñol, una maravilla que ni puedes, ni debes perderte.

Un corto, pero más que ilustrativo vídeo acerca del embalse de Guatapé.

Llegamos al pueblo, que se encuentra muy cercano al Peñón y nos dirigimos directamente a su puerto para embarcar en una lancha y recorrer durante algo más de una hora una buena parte del embalse.
Se trata de una represa construida en 1970 con la que se inundaron 6365 ha. donde antes se asentaba el pueblo de El Peñol.

En esta imagen la finca de "La Manuela" propiedad y paraíso del capo más famoso del mundo: Pablo Escobar.
Era tanto el amor que sentía por su hija que le compró una finca de más de 68000 m2 y la llamo como a ella "La Manuela", nos contaban que era el lugar preferido para reunirse con su familia.
En 1993, "los Pepes" un grupo paramilitar ex socios de Pablo Escobar y financiados por el Cartel de Cali, dinamitaron su casa dejándola totalmente destruida.

Para las 13,30 estamos nuevamente en tierra después de haber disfrutado de lo lindo nuestro crucero por el embalse. Ahora un paseo por este precioso pueblo y probablemente uno de los más coloridos del mundo.

Guatapé ostenta varios atractivos como son: su precioso embalse de más de 2200 ha., su imponente Peñón de 220 metros de altura y sus coloridos zócalos a lo largo y ancho de todo el pueblo y por supuesto mi preciosa Boterita.

Las fachadas cuentan historias en sus zócalos sobre su pueblo y sus gentes, mientras que otros representan paisajes, objetos de la vida cotidiana, flores, coches, autobuses, etc.
Comemos muy, pero que muy bien y barato en La Fogata que se encuentra en el Malecón y arrancamos de vuelta a Medellín.

Hacemos una última parada para visitar en un extremo del embalse una réplica del Viejo Peñol. Una cruz metálica marca el punto donde se encontraba la iglesia en 1978.

Ultima foto por estos lares y a la furgo que nos espera Ernesto.
A eso de las 18 horas llegamos de nuevo a Medellín, hacemos un poco de compra en el super y ya no salimos, el día por hoy lo damos por terminado y muy bien aprovechado. Ha sido un día precioso en cuanto a visitas y al tiempo que hemos tenido.

Miércoles 17, el día ha salido lluvioso pero antes de terminar con el desayuno a empezado a salir el sol y se ha quedado despejado y caluroso.
Cogemos un taxi nuevamente hasta Exposiciones y empezamos a caminar por la ciudad. Nuestra primera parada es en el Parque de las Luces o Parque Cisneros. Cuenta con 300 columnas de hasta 24 metros de altura y 2100 reflectores.

Llegamos una vez más hasta el Parque Botero para hacernos unas cuantas fotos y continuamos camino hasta el metro de San Antonio.

Nos bajamos en San Javier y allí enganchamos con el Metro Cable que nos sube hasta La Aurora en la Comuna 13. Como siempre miles de casas hacinadas una junto a la otra y así toda la ladera de la montaña. Unas fotos y regresamos de nuevo a San Javier. Durante el viaje de regreso coincidimos en la cabina con Alejandro e Isaac, el primero de Medellín residente en Boston  y el otro de Boston y amigo de Alejandro.

Juntos continuamos hasta el lugar donde se encuentran las escaleras automáticas. El sistema cuenta con 6 tramos dobles que reemplazaron más de 350 escaleras de cemento.

Vistas de una parte del barrio de Las Independencias en la Comuna 13. Un barrio que destaca también por sus bonitos murales.

Aquí estamos de charla con Rafael Nieto candidato a la Presidencia de Colombia de 2018. Y yo pensando que era un actor ¡jajaja!

Posando para la prensa ¡jeje! lo cierto es que estos grafftis se han convertido en auténticas obras de arte y un recorrido casi obligado para aquellos que visitamos esta ciudad.

Como anteriormente decía, los murales es algo a destacar en este barrio. Los grafiteros no se dedican a pintar sólo por gusto, lo hacen con el fin de dejar plasmado en sus murales la compleja historia que ha vivido esta comunidad, quizá la más delicada y peligrosa de la ciudad.

Regresamos paseando hasta el metro de San Javier y allí mismo aprovechando esta sombría terraza nos tomamos unas cervezas Club Colombia y Poker con nuestros buenos amigos y compañeros de viaje durante una buena parte de la mañana.
Regresamos todos hasta San Antonio y allí nos despedimos hasta una próxima ocasión que será en España o en Boston.
Nosotros regresamos ya hacia nuestro hotel, compramos algo de comida en el super  y hacemos la comida en la habitación. Además se ha puesto a llover de nuevo y no apetece salir.
A las 19,30 salimos hacia el aeropuerto pasamos aduana y controles de seguridad (un auténtico calvario) y a las 22 horas regresamos para Madrid donde llegamos hacia las 14,30 horas del jueves.

El viaje nos ha dejado un buen gusto y sobre todo que salimos con unas previsiones de lluvia 100% y luego quitando un par de tormentas, el tiempo ha sido estupendo. La gente como siempre amables, acogedores y serviciales a más no poder.