sábado, 19 de noviembre de 2016

Johannesburgo

Lunes 14 de noviembre, a las 12 de la noche está prevista la salida de nuestro vuelo directo de Iberia hacia Johannesburgo donde vamos a pasar 5 días y visitar Pilanesberg National Park un par de días.
La sorpresa llega cuando sobre las 20,30 recibimos una llamada en la que se nos indica que debido a problemas con los aviones, el vuelo se retrasa hasta las 8 de la mañana del día siguiente (martes). Vaya gracia que nos hace esta modificación, pero al mal tiempo buena cara.
Así que el martes  a las 4,30 de la madrugada nos tenemos que levantar, salimos hacia Barajas y sobre las 7,45 despegamos, tomando tierra en Johannesburgo a eso de las 7 de la tarde, algo más de 10 horas de vuelo.

Martes 15, en poco más de media hora estamos en este fantástico hotel donde pasaremos tres noches.

Como estamos un poco cansados y no nos apetece salir a la calle, pedimos la cena en la habitación y a dormir que mañana a las 5 am nos tenemos que levantar para recoger un coche de alquiler. La reserva que teníamos con Europcar tuvimos que anularla debido a que con el cambio de hora de vuelo no llegábamos a tiempo para recogerlo, por lo que mañana tendremos que alquiler lo que podamos.

Miércoles 16, a las 5 am suena el despertador, "ufff" que sueño, pero no queda otra que levantarse. Después de mirar en varios alquileres y no tener ninguno disponible en esos momentos, alquilamos con Dollar Thrifty Car Rental que son los únicos que pueden darnos un coche en ese momento. Tenemos que pagar más de lo que en principio habíamos reservado pero como no hay otra opción y tenemos que salir sí o sí, damos el OK, nos dan un Toyota Etios. Si tuviera que volver a alquilar desde luego no lo haría con ellos ya que sus condiciones son abusivas, pero como anteriormente he dicho no teníamos otra opción.
Volvemos al hotel que se encuentra a escasos 200 metros, desayunamos opíparamente y arrancamos hacia Pilanesberg NP que se encuentra unos 200 kilómetros, 3 horas de coche y quizá el parque más accesible  y cercano desde la ciudad.

Pilanesberg National Park está ubicado en el cráter de un volcán extinguido y es la cuarta reserva más grande de Sudáfrica con un área de unas 55.000 hectáreas. Aquí podrás recorrer el parque a tu aire o con un servicio de guías del  parque si no te gusta "el riesgo".
Hecha esta puntualización ponemos en marcha nuestra aplicación GPS offline OsmAnd que va fenomenal, cruzamos una buena parte de Johannesburgo, pasamos por el centro de Pretoria, Rustenburg y en este punto giramos hacia la derecha para llegar a Mogwase, localidad en la que nos vamos a alojar en el Vicky B Bed & Breakfast (750 rand con desayuno). Un alojamiento fantástico, tranquilo a sólo 5 minutos del parque, con unos anfitriones (Chris y Vicky) de diez y con unas comidas exquisitas, abundantes y con productos muy frescos y naturales.

A las 12,30 ya estamos entrando en el Pilanesbertg N.P., pagamos la entrada que son 60 rand por persona más 20 por el coche, es baratísimo, no llega a los 10 Euros por todo y empezamos a hacer kilómetros en busca de vida salvaje.
En esta reserva es posible ver los Big 5, aunque ver leones y sobre todo leopardos es altamente difícil.
En la foto una preciosa jirafa se cruza por delante de nosotros y a su vez posa para la cámara, creo que es uno de los animales más fascinantes de la naturaleza, además de simpático. Como curiosidad decir que no existen dos jirafas que tengan las mismas manchas, igual que en el ser humano no existen dos personas con las mismas huellas dactilares.

El elefante africano es el animal terrestre más grande de la tierra con un peso que varía entre los 6.000 y 9.000 kilos . Se les reconoce por sus enormes orejas que tienen una forma muy parecida al mapa de África y al contrario que sus parientes asiáticos, son muy difíciles de domesticar. Un elefante adulto puede llegar a comer la friolera de 135 kilos de comida en un sólo día.

Muchas son las cebras que pudimos ver esta tarde, magnífico animal que se caracteriza por sus bellísimas rayas. Al igual que con las jirafas, no hay dos que tengan las rayas iguales.

Saliendo de una curva nos encontramos con este magnifico ejemplar de rinoceronte blanco, aunque en realidad su color es gris. Considerado como el segundo animal más grande de la tierra puede llegar a pesar 3.600 kilos, pero el promedio está en unos 2.300 kilogramos. Su alimentación principal es de la hierba que se encuentra a ras de suelo, bebe agua dos veces al día, pero en caso de sequía puede aguantar hasta 4 ó 5 días sin beber.

Diversas especies de mamíferos son los que pudimos ver en este día en el que abandonamos el parque sobre las 18,30 horas.

Una gran variedad de aves podrás ver en este parque, aunque mi favorita es sin lugar a dudas el Tejedor Baya, el amarillo de la derecha.

Impresionante ver como este pequeño animal es capaz de construir su nido suspendido en la punta de una pequeña rama.
Por hoy ya ha sido suficiente, llegamos a nuestro alojamiento, nos tomamos una buena cerveza Carling Black Label, una exquisita cena y a dormir que mañana toca otra vez levantarse muy pronto.

Jueves 17, a las 5,30 ya nos tiene Chris preparado el desayuno, nos tomamos el café y el resto nos lo llevamos para más tarde tomarlo en el parque. Nos despedimos de ellos y abandonamos el hotel con dirección nuevamente al parque.

Para las 6,15 estamos nuevamente dentro del parque donde estamos dando vueltas un buen rato hasta dar en primer lugar con un gran ejemplar de rinoceronte blanco, el ni se inmuta, está a lo suyo que es comer. Parece mentira que estén al borde de la extinción y todo por culpa de la estupidez de compradores asiáticos que consideran que la queratina de su cuerno  puede solucionar sus problemas de salud.

Una buena cuadrilla de Gacelas saltarinas o Springbok se refugian a la sombra de las acacias. Es el animal símbolo nacional de Sudafrica, un animal extremadamente rápido que puede alcanzar los 88 kms/hora y saltos de más de 4 metros.

Nos acercamos hasta el lago Mankwe Dam que se encuentra justamente en el centro de la reserva y ahí podemos ver este cocodrilo tomando tranquilamente el sol y supongo que a la espera de alguna buena captura.

Justo frente a nosotros divisamos una manada de hipopótamos pastando y otros dándose unos buenos remojones. Montamos nuevamente en el coche y nos dirigimos hasta ese punto.
Es el tercer animal terrestre por peso, entre 1.500 y 3.000 kilos y una de las criaturas más agresivas del mundo, es considerado el animal más feroz de África.

Sobre las 12,30 horas abandonamos el parque y regresamos de nuevo a Johannesburgo. Hacemos una pequeña incursión hasta la entrada de Sun City conocido como las Vegas de África y a eso de las 15,30 entregamos el coche de alquiler.

Ducha, un poco de relax en hotel y a las 9 de la noche nos vamos a cenar al Trumps un buen Rump acompañado de un rico vino Pinotage, uva emblemática de los vinos de Sudáfrica. Esta cepa fue creada como cruce de las variedades Pinot Noir y Hermitage (Cinsault) en 1925.

Viernes 18, hoy no madrugamos, desayunamos demasiado bien y demasiada cantidad, esto no es bueno, pero estaba todo tan rico que no pude resistirme. Salimos a dar una vuelta y a hacer alguna que otra comprilla. Nuestra primera foto es en la Nelson Mandela Square junto al hotel y a los pies del gran Mandela, nunca mejor dicho.

Compramos alguna que otra artesanía como recuerdo y regresamos hasta el centro comercial que se encuentra en la plaza para comprar unos buenos solomillos que seguro que nos harán las delicias una vez en casa. Exquisita carne y a muy buen precio.

Eso sí, lo primero que hacemos es tomarnos una pinta de cerveza en el Hard Rock, estamos muertos de sed, además hoy el calor aprieta con fuerza.

Después de hacer las últimas compras vuelvo a comer junto con Yoana, hijos, padres y Quique al Trumps otro Rump como despedida. Montse no viene, quiere descansar un poco y además dice que no tiene nada de hambre.
A las 19 horas nos recogen, salimos hacia el aeropuerto y a las 21,30 despegamos nuevamente hacia Madrid donde llegamos sobre las 6,30 de la mañana. (10,15 horas de vuelo)

Sábado 19, de camino a casa hacemos una parada en Barajas pueblo para tomarnos un chocolate con unas porras en el Toribio y ya con el estómago lleno es otra cosa, ya podemos deshacer las maletas y descansar.

Al final y a pesar de haber perdido un día por culpa del retraso del vuelo han sido tres intensos días en los que hemos disfrutado un montón y aprovechado a tope. Alguno preguntará porqué no hay fotos de la ciudad, pero aunque parezca mentira quitando la Nelson Mandela Square no hay nada que valga la pena de ser fotografiado, no hay nada que suscite interés alguno, es una pena, pero es lo que hay.
En el caso de Pretoria sucede más de lo mismo, es la capital administrativa y del Poder Ejecutivo, pero nada más.
Por lo demás, comentar que se come estupendamente y barato, que podrás degustar buenos vinos y cerveza a unos precios más que asequibles.
En cuanto a la gente no puedo opinar lo mismo, me dio la sensación de que pasan olímpicamente de nosotros y que no les hace mucha gracia nuestra presencia.



1 comentario :

  1. Fabuloso relato de este extraordinario viaje que hicisteis hace unos años a Sudáfrica, siendo un viaje donde lo pasasteis fabulosamente si pudisteis ver en persona toda esta fabulosa fauna salvaje en su propio hábitat. Un artículo buenísimo y muy interesante.

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